América  Latina dejó atrás su pasado autoritario, caracterizado por golpes de  estado, persecución política y dictaduras. “La transición convivió con  la amenaza de la regresión hacia regímenes militares. Esto parece haber  concluido, a pesar de los golpes de Estado en Venezuela (2002), Ecuador  (2000 y 2005) y Honduras (2009), y de controversias en algunos países  sobre manipulación del voto, respeto a la libre expresión, surgimiento  de un presidencialismo acentuado, limitaciones a la independencia y  control de los poderes, y desconocimiento de los roles y competencias de  los gobiernos locales” (PNUD/OEA, 2010).
Las  amenazas que se ciernen en el campo de la seguridad política tienen que  ver con “la capacidad de la democracia para sobrevivir y ampliarse. Nos  plantea la cuestión de la sostenibilidad democrática. Las preguntas no  se refieren a si un golpe instalará un gobierno autoritario por décadas,  sino más bien a ¿cuántos grados de cesarismo y autoritarismo pueden  resistir los regímenes democráticos sin perder su esencia? ¿Cuánta  inseguridad y falta de Estado democrático de derecho y cuánta pobreza y  desigualdad resiste la democracia?” (PNUD/OEA, 2010)
Un  tema que ha suscitado discusión en algunas elecciones ha sido la  inhabilidad de numerosos ciudadanos y ciudadanas para ejercer el derecho  al voto debido a que carecen de la documentación necesaria. En otras  regiones, la presencia de grupos ilegales armados, como en Colombia,  sigue imponiendo restricciones al proceso electoral, afectando la  libertad de votantes y de candidatos. Lo mismo sucede en países como  Guatemala donde la violencia criminal, la inseguridad y las fallas o  debilidades del Estado limitan la participación política abierta y  plena. El uso indebido de recursos públicos y de fondos ilegales en  campañas electorales así como las proscripciones políticas siguen  afectando la calidad de las elecciones y de la democracia (PNUD/OEA,  2010).
Otra  amenaza importante es la falta de Estado, o Estados fallidos, que  afecta a muchos países de la región. Como lo afirma el estudio de  PNUD/OEA, “… la falta de Estado es la que explica por qué poseemos la  tasa de homicidios más alta del mundo, por qué el narco-crimen domina  territorios e influye sobre las decisiones públicas, por qué hay amplias  zonas de nuestros territorios que están fuera del alcance de la ley;  explica, en fin, que vivimos en muchos casos dentro de una democracia  pobre porque poseemos un Estado pobre, limitado y dependiente, o porque  cuando el Estado fue de mayor tamaño, no estuvo al servicio de los  ciudadanos sino de los poderes fácticos. En muchos de nuestros países  poseemos Estados que simplemente son incapaces de ejercer sus funciones y  fallan además en su capacidad para representar a las mayorías y escapan  a los controles republicanos” (PNUD/OEA, 2010).
A  pesar de que en la región se ha dado la participación de grupos  tradicionalmente marginados y excluidos de la política, como mujeres,  indígenas, afrodescendientes, sindicalistas, y han llegado a la  presidencia líderes representantes de estos grupos, lo cierto es que su  representación o participación política aún es insuficiente. 
Otro  desafío a la seguridad política es la forma a como un gobierno toma las  decisiones y se vincula con la sociedad, “… hoy en América Latina, la  legitimidad de ejercicio se usa para hacer referencia a cómo un gobierno  toma decisiones y cómo se vincula con la sociedad, si lo hace o no en  el marco del Estado democrático de derecho, los ciudadanos no sólo  tienen el derecho de exigir un gobierno que surja de elecciones libres y  justas, sino también la forma democrática de adopción e instrumentación  de las decisiones. En otras palabras, los gobiernos no sólo deben ser  constituidos democráticamente (legitimidad de origen); además, deben  gobernar democráticamente (legitimidad de ejercicio) (PNUD/OEA, 2010).
BIBLIOGRAFÍA
CEPAL (2010): Objetivos de Desarrollo del Milenio. El progreso de América Latina y el Caribe hacia los objetivos de desarrollo del milenio. Desafíos para lograrlos con igualdad, Naciones Unidas, Santiago de Chile.
CEPAL (2006): Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe: información sociodemográfica para políticas y programas, Naciones Unidas, Santiago de Chile.
IIDH (2007): Encuentro Centroamericano de  Altas Autoridades de Seguridad Ciudadana, San José, 19 y 20 de marzo de 2007
IIDH (2006): Encuentro Regional de Altas Autoridades en materia de Seguridad Ciudadana, Sede de la CEPAL, Oficina Regional de las Naciones Unidas, Santiago, Chile, 6 y 7 de diciembre.
IIDH (2007): Los derechos humanos desde la dimensión de la pobreza. Una ruta por construir en el sistema interamericano, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San José.
OIT (2010): Década del Trabajo Decente en las Américas: 2006-2015. Primer balance y perspectivas de la Agenda Hemisférica, Informe del Director General, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra.
OIT (2010): Trabajo decente y juventud en América Latina, Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (PREJAL), Lima.
OIT-PNUD (2009): Trabajo y familia: Hacia nuevas formas de conciliación con corresponsabilidad social, Oficina Internacional del Trabajo y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Santiago.
PNUD (2009): Informe sobre Desarrollo Humano para América Central 2009-2010. Abrir espacios a la seguridad ciudadana y el desarrollo humano, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Colombia.
PNUD/OEA (2010): Nuestra democracia, Programa  de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Secretaría General de la  Organización de Estados Americanos, Fondo de Cultura Económica, México.
 
